
¿QUÉ NOS PUEDE HACER SOSPECHAR QUE NUESTRO HIJO/A ESTÁ SUFRIENDO UN TRASTORNO ALIMENTARIO?
- Utilización injustificada de dietas restrictivas.
- Estado de preocupación constante en cuanto a la alimentación.
- Sentimientos de culpabilidad por haber comido.
- Comportamiento alimentario extraño (comer de pie, desmenuzar la comida en trozos muy pequeños, ritmo lento o excesivamente rápido, esconder comida, evitar postres …).
- Pérdida de peso injustificada o pérdida del aumento de peso que le corresponde si nos encontramos ante la etapa de crecimiento.
- Miedo y rechazo exagerado respecto al sobrepeso.
- Práctica del vómito autoinducido o del ayuno y utilización de laxantes o diuréticos con el objetivo de controlar el peso o perder.
- Falta de menstruación
- Percepción alterada de la imagen corporal-
- Hacer ejercicio en exceso o sentir culpa si no lo hace.
- Disminución de las relaciones sociales con tendencia al aislamiento.